Con motivo de mi 53 cumpleaños invité a mis hermanos, incluido el menor, a un pequeño ágape que como todos sabeis, se trata de una comida de confraternización que celebraban los primeros cristianos. El menú consistió en:
Entrantes:
- Pulpo con salsa de olivas y apio
- Mejillones con verdura
- Mollejas de cordero salteadas, sin más
Primero:
- Sopa de Pescado
Segundos:
- Salmón en papillote con crema de marmitako
- Carrilleras de ternera guisadas.
Postre:
- Fruta del tiempo
- Bombones
Todo ello regado con un par de caldos regalados por alguno de los comensales. Un Protos crianza del 2007 y un Baron de Ley reserva del 2005. Dos vinos que saben a mil cosas, pero que sobretodo te dejan una increible sensación en la boca. Son vinos que alimentan.
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